Hoy es el Día de la Tierra, y en vísperas de la conmemoración anual de nuestro planeta, los titulares de los medios de comunicación han sido típicamente sombríos.
Hemos visto noticias sobre alertas meteorológicas extremas relacionadas con la crisis climática, especies en vías de extinción y contaminación atmosférica que hace que los insectos se apareen con las especies equivocadas. También está la eterna historia de los políticos que no cumplen sus promesas sobre el medio ambiente, y titulares dolorosos como: "¿Deberíamos replantearnos tener hijos por miedo a la crisis climática?".
Alentador.
La realidad es que, en general, las noticias sobre el medio ambiente no son buenas, y las repercusiones del cambio climático generado por el hombre, en particular, suelen ser desalentadoras.
Sin embargo, si sólo nos alimentamos con una dieta de desastres, nuestro sentido de la esperanza estará desnutrido. En el Día de la Tierra, no debemos sucumbir a la desesperación ni caer en la miseria. Debemos darnos cuenta de que últimamente también se han producido algunas historias positivas sobre el medio ambiente. He aquí cuatro.
En primer lugar, representantes gubernamentales de todo el mundo se reúnen esta semana en Ottawa (Canadá) para proseguir las negociaciones sobre un acuerdo internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos. El último borrador no es todo lo necesario, pero contiene algunas medidas positivas.
En segundo lugar, recientemente un grupo de mujeres suizas ganó un caso histórico contra su gobierno ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Alegaron con éxito que el hecho de que Suiza no reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero constituye una violación de los derechos humanos.
En tercer lugar, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos -presionada por activistas preocupados, por supuesto- ha introducido nuevas normas que obligan a más de 200 plantas petroquímicas a frenar los contaminantes tóxicos.
Son buenas noticias para la gente que vive en lugares como el "Callejón del Cáncer".
El cuarto ejemplo procede de Perú. El mes pasado, los habitantes de la ciudad de La Oroya, que habían estado expuestos a niveles extremos de plomo tóxico y otros metales procedentes de un complejo minero y de fundición, ganaron un caso histórico en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Corte declaró al gobierno responsable de violar el derecho a un medio ambiente sano, entre otros derechos.
Muchas noticias sobre el medio ambiente en el mundo son deprimentes y pueden hacernos pensar que estamos condenados a una contaminación imparable y a una catástrofe climática. Pero hay algunos puntos positivos. La gente está luchando y ganando, a menudo utilizando los derechos humanos como marco de sus argumentos.
En el Día de la Tierra, recordémoslo: tenemos derecho a un medio ambiente sano, y presionar a los gobiernos para que respeten este derecho es una forma clave de avanzar en materia medioambiental.